Acostúmbrate a parar para respirar conscientemente, para tomar perspectiva, para pensar, o descubrir lo que sientes; derriba a ese Dios que gobierna tu mundo desde tu muñeca. Tu tiempo es tu mayor activo y por lo tanto no puedes ser su esclavo. Descubre el poder de la paciencia, y comprende que cada cosa tiene su momento, su proceso y su lugar.
La vida es éxito a raudales, abundancia por todas partes, y sin embargo nosotros, los seres humanos, la identificamos con aquello que tenemos o con aquello que hacemos; asómate a la vida por una ventana y descubre que es constancia, amor, y presencia en el aquí y el ahora. Si quieres probar las mieles del éxito, primero conócete a ti mismo, que es además, el camino más directo a comprender a los demás. Eso si que es libertad.
Olvídate de lo que ves, pues no es lo que tu crees, sino una invención creada por tus sentidos, tus creencias y tus emociones. Para conocer la verdad necesitas confiar en tu intuición e indagar las enseñanzas que se encuentran detrás de cada grito que das, detrás de cada lágrima que derramas, detrás de cada decepción, detrás de tus huidas y tus fracasos.
Espero que algunas de estas reflexiones te ayuden en tu camino, aunque nunca debes olvidar que cuestionarse cada idea que te llega es el camino hacia tu verdadera maestría.
Feliz 2019