La solución racional de problemas o retos pasa inevitablemente por la respuesta a una serie de preguntas que puede servirte de guía en la que controles el avance hacia la solución, estas preguntas son
¿Qué? Saber con exactitud el planteamiento del problema es básico para su resolución, en muchas ocasiones aquí está la base de la resolución, cuando tenemos respuestas evidentes que no lo son tanto. Un ejemplo típico es la búsqueda de empleo, la respuesta a esta pregunta suele ser trabajar pero ¿Es esa la verdadera respuesta?
¿Cuándo? Nos informará del tiempo de que disponemos para resolver el reto, este dato es vital para la planificación de la solución.
¿Dónde? Representa el lugar o ámbito de resolución del reto, es decir poner límites a la solución del mismo.
¿Para qué? Una de las grandes olvidadas, su propuesta tiene que ver con el propósito de nuestra búsqueda.
¿Quién? Responde al responsable de ejecutar la solución, y en ocasiones la respuesta directamente elimina el problema.
¿Cómo? Suele ser la primera en ser contestada cuando debe ser la última, habla del camino por recorrer sin la necesidad de entrar en detalles de cada etapa del mismo.
¿Cuánto? Pone las medidas de la solución, la gradación u otro orden cualquiera de magnitud, y permite controlar el avance hacia la resolución.
Una herramienta muy útil para resolver este tipo de problemas de tipo racional suele ser el Mapa Mental, donde en un solo lugar quedan resumidas todas la variables que nos puede evidenciar la solución.
Sobre esta herramienta y los otros dos tipos de soluciones hablaremos en próximos post.